Ramón Luque Sánchez
Alcazaba de Jerez,
casi casi una plegaria,
donde el silencio y las piedras
desnudan sus viejas almas.
Alcazaba de Jerez,
también alcázar cristiano,
allí la luna y la cruz
proclaman al rey más sabio.
La alcazaba de Jerez
es fortaleza almohade,
cementerio de los sueños
que allí enterraron los árabes.
Languidece con la tarde
su recio patio de armas
y la torre octogonal
evoca viejas hazañas.
Y cuando llega la noche
sueña la alameda vieja
que el pasado resucita
con sus mitos y leyendas.
Alcazaba de Jerez,
desde que oí tus lamentos
sólo sueño con volver.
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